lunes, 2 de junio de 2008

A la espera del asalto al mundo...


"...

-¡Jo! ¡Me aburrooo! -me dijo, mirándome con esos lindos ojitos, doblando los labios de esa forma tan tierna...

Cogi un papel en blanco y un lápiz...

-¡Toma! ¡Dibuja algo bonito! -le dije.-

Y comenzó a pintar...

Pintó amaneceres rosas y anocheceres azulados con el cielo cubierto de nubes esponjosas de algodón de caramelo.
Dibujó un cielo con una enorme luna de color plata, repleto de relucientes estrellas que formaban una constelación con forma de osito de peluche.
Dibujó un majestuoso castillo de cristal con un pequeño lago rodeado de gaviotas y protegido por mamuts anaranjados.
Dibujó una solitaria isla en la inmensidad de un océano rojizo bañado por la luz de un sol multicolor.
Con un lápiz, pintó paisajes de todos los colores... y sobre todos ellos me pintó a mi. Todas las facciones de mi cara estaban resumidas en una circunferencia, toda mi anatomia en un trazo con cuatro ramificaciones. Al extremo de una de ellas, su propio resumen, todo un calco al mio, en contacto con su ramificación izquierda.
Nos dibujó a los dos, de la mano, a la espera del asalto al mundo...

..."