"...
Cerró los ojos fuertemente.
Pensó en todos los momentos que creyó importantes en su vida...
Apretó tanto los párpados contra sí que la fuerza ejercida le provocaba un intenso dolor.
Las cejas arqueadas formando una voluptuosa 'v', parecía que intentaban contener con poco éxito la presión que producían las recientes arrugas de su frente.
Su boca, esbozaba un extraño gesto, a medio camino entre una sonrisa y una indescriptible mueca...
Su cara, comenzó a mostrar una extensa gama de colores de tonalidad pastel. Pasó del rosa palo al morado intenso no sin antes detenerse en el rojo furia.
Había inventado la máquina del tiempo...
Se aventuró en la empresa de cambiar aquello que, pensó, nunca debió ocurrir; hizo lo que pensaba que debería haber hecho, dijo lo que pensaba que debería haber dicho, evitó lo que pensaba que no debería haber pasado.
Abrió los ojos.
Recuperó el gesto de su cara en estado de reposo. Recuperó su tonalidad habitual. Volvió al presente.
Todo era como siempre soñó. Ya no tenía aquellos remordimientos. Ya no tenia aquella cicatriz en la cabeza. Ya no tenía aquella cicatriz en el corazón.
Pero el desenlace de sus acciones había provocado una reacción fatal... Ella ya no estaba a su lado...
Cerró los ojos más intensamente que nunca.
Una lágrima logró escapar de la contención de sus párpados, abriéndose paso por el abrupto camino que conducía hasta sus labios. La presión de los párpados no dejaba escapar ninguna más.
Volvió a la torsión facial. Volvió al dolor. Volvió a aquel muestrario de colores en su cara. Volvió a su máquina del tiempo.
Deshizo todos los pasos...
Abrió los ojos envueltos en lágrimas.
Ella le volvió a curar la cicatriz del corazón...
..."
Cerró los ojos fuertemente.
Pensó en todos los momentos que creyó importantes en su vida...
Apretó tanto los párpados contra sí que la fuerza ejercida le provocaba un intenso dolor.
Las cejas arqueadas formando una voluptuosa 'v', parecía que intentaban contener con poco éxito la presión que producían las recientes arrugas de su frente.
Su boca, esbozaba un extraño gesto, a medio camino entre una sonrisa y una indescriptible mueca...
Su cara, comenzó a mostrar una extensa gama de colores de tonalidad pastel. Pasó del rosa palo al morado intenso no sin antes detenerse en el rojo furia.
Había inventado la máquina del tiempo...
Se aventuró en la empresa de cambiar aquello que, pensó, nunca debió ocurrir; hizo lo que pensaba que debería haber hecho, dijo lo que pensaba que debería haber dicho, evitó lo que pensaba que no debería haber pasado.
Abrió los ojos.
Recuperó el gesto de su cara en estado de reposo. Recuperó su tonalidad habitual. Volvió al presente.
Todo era como siempre soñó. Ya no tenía aquellos remordimientos. Ya no tenia aquella cicatriz en la cabeza. Ya no tenía aquella cicatriz en el corazón.
Pero el desenlace de sus acciones había provocado una reacción fatal... Ella ya no estaba a su lado...
Cerró los ojos más intensamente que nunca.
Una lágrima logró escapar de la contención de sus párpados, abriéndose paso por el abrupto camino que conducía hasta sus labios. La presión de los párpados no dejaba escapar ninguna más.
Volvió a la torsión facial. Volvió al dolor. Volvió a aquel muestrario de colores en su cara. Volvió a su máquina del tiempo.
Deshizo todos los pasos...
Abrió los ojos envueltos en lágrimas.
Ella le volvió a curar la cicatriz del corazón...
..."